Las proporciones de té varían según el tipo de planta y nuestro gusto personal. Se utiliza una cucharadita de hojas cada 250 ml de agua, para una taza de infusión. Dependerá del aroma de la planta y de su intensidad, pero también de cómo nos guste a cada uno, más fuerte o no. Podemos aumentar la propoción según nos apetezca.
La temperatura del agua será diferente según el tipo de té. Los hay delicados como el blanco o los verdes chinos, que se hacen a temperatura baja, a no más de 80º, para mantener el color y la fragancia de las hierbas. Si son más aromáticos o fermentados, como el oolong o el negro, se hacen con agua más caliente a 82º y 99º, respectivamente.
Los tiempos de infusión cambian desde unos segundos hasta varios minutos, según la finura de los fragmentos de la planta, la temperatura del agua, y el número de veces que se ha cocido. Así el té blanco y el té verde chino, debemos infusionarlo durante 2 ó 3 minutos, como mucho. El té negro durante 4 minutos y el té oolong durante unos 3 ó 4.
Lo mejor es experimentar, y encontrar el punto exacto que nos guste. Si tenemos un sabor flojo, aumentamos la temperatura del agua o el tiempo de infusión. A la hora de servirlo, evitaremos las esperas, lo tomaremos inmediatamente, y cubriremos la tetera con una funda especial para que la temperatura no baje.
Y en verano, si te gusta el té frío, sólo tienes que hacer tu infusión habitual más fuerte, aumentando la cantidad de té a casi el doble. Espero que hayan resultado útiles estos consejos para saber cómo preparar té correctamente y los apliques.
Fuente: http://www.directoalpaladar.com/cultura-gastronomica/como-preparar-te-correctamente